sábado, 22 de enero de 2011

¿Qué hace un profesor de universidad en su despacho?

Hace unas semanas hablaba con un compañero sobre lo difícil que resulta explicar lo que hace un profesor de Universidad en su trabajo. Acordábamos que resultaba especialmente complicado en las épocas en que no hay clases, en las que la mayoría de nuestros conocidos asumen alegremente que estamos de vacaciones. Yo le decía que incluso resultaba difícil que mi mujer o mis padres lo entendieran, a pesar de que creía haberlo explicado muchas veces. Él, que lleva el doble de tiempo que yo de profesor, me confesaba que tampoco lo había logrado en su casa. Su confesión me dejó patidifuso. Sí. Patidifuso porque yo daba por supuesto que, con el tiempo, todos entenderían qué hago. Pero parece ser que, independientemente del tiempo que uno lleve trabajando de profesor, la gente sigue sin entender qué haces. Debe ser culpa nuestra, digo yo, no lo explicamos con suficiente claridad. Me he propuesto entonces, en esta entrada, contar qué hace un profesor de Universidad en un día en que no tiene clases. Voy a contar lo que he hecho uno de los días de esta semana de forma detallada aunque, eso sí, no voy a usar los nombre reales de las personas con las que trabajo.

Un día cualquiera comienza, como siempre, repasando las citas en la agenda. Cuando no tenemos clase la agenda suele estar menos apretada, y yo hoy tengo cita con un alumno (llamémosle David) para una tutoría de un proyecto fin de carrera y, justo después, un examen de una convocatoria extraordinaria. El resto del día puedo organizarlo para atender otras tareas pendientes. Empiezo revisando el email, a lo que dedico unos 30 minutos. Voy contestando mensajes, archivándolos y anotando nuevas tareas derivadas de los mensajes. Decido que dos de esas tareas voy a hacerlas hoy mismo. En primer lugar el Departamento me dice que debo pasar por la Unidad Administrativa a hacer unos trámites. Tengo la suerte de que me queda cerca del despacho, así que me acerco y lo resuelvo en unos 10 minutos. El segundo mensaje que decido atender hoy es de una chica (digamos que se llama Ana) que hace el Proyecto Fin de Carrera conmigo, y que necesita que le firme unos papeles cuanto antes, le digo que se pase a lo largo de la mañana y lo arreglaremos.

Tras atender el correo y pasarme por el Departamento, tengo como una hora para terminar de revisar unos documentos que me ha enviado David, y de los que vamos a hablar en la tutoría. A eso me dedico. Cuando  David llega, avisamos a la profesora que actúa de cotutora en el proyecto y buscamos un sitio en el que sentarnos para hablar. He dejado un postit en la puerta de mi despacho para que Ana sepa donde encontrarme. Trabajamos con David aproximadamente una hora y, en medio de la reunión, llega Ana. Me excuso un momento, hablo con Ana y le firmo sus papeles, y luego seguimos con la tutoría hasta la hora del examen, hacia las 12 de la mañana. Como el examen se va a celebrar en otro edificio del Campus, echaré casi veinte minutos entre ir y luego volver a mi despacho. Cuando llego al aula asignada al examen, no hay nadie. Es lógico porque en esta convocatoria extraordinaria sólo se podían presentar un puñado de alumnos de los que no he sabido nada en todo el curso, por lo que supongo que se hayan dedicado a sacar otras asignaturas este año. En convocatorias ordinarias y parciales, los exámenes son, lógicamente, mucho más populares. Aunque no hay nadie a la hora en que debe empezar el examen, la cortesía me exige esperar quince minutos en el aula por si alguien llegara tarde, pero no viene nadie.

Vuelvo al despacho y cierro el acta del examen, imprimo una copia, la firmo y la dejo en el casillero de correo para que la envíen a la Unidad Administrativa de Alumnos. Son casi las 13h y estoy hacia la mitad de mi jornada laboral. Me tomo un café tardío, porque hasta ahora no he parado. Al volver al despacho decido dedicar el resto de tiempo hasta las 15h a buscar artículos relacionados con el tema en que investigo últimamente. Accedo a las herramientas online de la biblioteca y me pongo a buscar referencias sobre pruebas y bugs representativos en software concurrente. A las 15h me voy a comer.

Tras volver de comer, dedico otras dos horas a preparar mi curriculum para enviarlo a la ANECA. La ANECA es una agencia nacional que evaluará mis méritos para determinar si puedo seguir contratado como profesor. Se trata en este caso de redactar una autoevaluación y sacar copias de los artículos que he escrito. Leo con cuidado qué exige exactamente la ANECA que les envíe sobre cada artículo, busco los artículos de los que ya tengo copia, busco por Internet o pido a mis compañeros que me pasen copia de los artículos de los que no tengo copia, voy a la fotocopiadora (que ahora no funciona, vaya por Dios)… Hacia las 19h termino lo que estaba haciendo, cierro el despacho y me voy a casa.

En resumen, he dedicado el día a atender a alumnos, buscar artículos sobre el tema en que estoy investigando y hacer labores administrativas de redacción de mi CV para la ANECA. Otros días podría impartir clases o preparar material para las asignaturas y publicarlo, o redactar un artículo, o asistir a una Junta de Escuela, o a una reunión del Grupo de Investigación… En esas tareas dedicamos nuestro tiempo los profesores en la universidad.

 

La imagen tiene licencia (cc) de EOI.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Copiando tomates y jamones

Imaginen ustedes que unos científicos inventan una máquina capaz de hacer copias exactas de comida. Ponen ustedes una patata en la máquina y obtienen dos, cuatro, veinte… mil patatas iguales. No sé qué les parece a ustedes el invento, pero yo creo que nos daría una oportunidad para acabar con el hambre en el mundo. Al Señor Bardem, sin embargo, le parecería mal que hubiera una máquina que copiara tomates, que él llama “el botón mágico”. Él piensa que el botoncito de marras dejaría en el paro al verdulero y al transportista de tomates. Y ciertamente el Sr. Bardem tiene parte de razón, es cierto que la máquina provocaría que ciertos sectores productivos tuvieran que reinventarse y buscar nuevos modelos de negocio. Pero claro, si el botón mágico funciona bien y podemos acabar para siempre con los miles de niños que mueren de hambre todos los días ¿realmente nos importaría que unos cuantos (o unos muchos) se vayan al paro?

tomates

Lo más curioso del caso del Sr. Bardem es que muchos apostábamos por una reacción así. En Microsiervos ya nos habían avisado de que existía un gracioso cortometraje en el que se describe una máquina de copiar jamones. ¿Por qué está enfadado el Sr. Bardem con las máquinas? ¿Por qué en Microsiervos hablan de copiar jamones? Pues porque el día 21 de diciembre se tumbó en el congreso la ley Sinde. Esa ley cuyo objetivo confesado era cerrar sitios web que facilitaran las descargas legales de contenidos digitales y cuya redacción permitía, en la práctica, que una comisión administrativa pudiera censurar sitios web. Y es que muchos aún no han entendido que la ley Sinde se puede utilizar para censurar, como intenta resumir genialmente David Bravo en su “síntesis de la ley Sinde” o en su artículo de opinión en el ABC. De forma más prolija, Antonio Delgado desmontó paso a paso la infausta ley y Delia Rodríguez también explicó “de qué va Sinde”. Pero los artistas continúan mintiendo aunque de momento Internet sigue estando ahí para ofrecernos datos contra la desinformación de los “creadores”.

He leído muchísimo al respecto de la ley Sinde en los últimos meses, desde la promulgación del Manifiesto. Igual no es mucho pedir que el Sr. Bardem, D. Javier Marías, D. Alejandro Sanz y el resto de magníficos artistas, escritores y actores dediquen algo de tiempo a leer algunos de los magníficos artículos sobre la ley Sinde que circulan en la red. Quizá entonces dejen de insultarnos a todos llamándonos piratas.

 

La imagen de los tomates tiene licencia (cc) de rightee.

martes, 8 de diciembre de 2009

Caleyando por la red: el #manifiesto

En estos últimos días la Internet hispana se ha visto convulsionada por el Manifiesto publicado de forma simultánea en miles de blogs españoles (ver p.ej. en Microsiervos, o #manifiesto en Twitter). Ante la polvoreda levantada, los medios tradicionales han llevado la noticia a sus primeras planas, como El País, El Mundo o Público. A nivel internacional, medios tan populares como Slashdot o Boing Boing también relataron lo que iba aconteciendo.

Curiosamente, ciertos supuestos adalides de la libertad de expresión publicaron editoriales y artículos de opinión denostando la iniciativa y tildando de pirata a quien la suscribiera. Es particularmente sabroso el editorial de “el mundo” del viernes 4 de diciembre, contestado deliciosamente por Álvaro Ortiz en “De pataletas, manifiestos, ciudadanos y la promesa de la red”. Seguro que muchos periodistas honrados de los grandes medios de comunicación sienten vergüenza ante los ataques que las grandes cabeceras perpetran contra la libertad de expresión.

En cuanto a la respuesta de los políticos, el anteproyecto no ha sido retirado. Por tanto aún será necesario vigilar y presionar para que dicha propuesta no prospere. Espero que todo este movimiento no se disuelva como un azucarillo en los próximos meses.

Algunos enlaces interesantes:

lunes, 7 de diciembre de 2009

Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

La ilustración tiene una licencia (CC). Es una viñeta de Eneko/20Minutos.es en apoyo al manifiesto.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras

En España se habla muchísimo últimamente de un "cambio en el modelo productivo". Parece que querríamos dejar de ser ese país que sólo ofrece a sus habitantes empleos en la construcción, los servicios o el campo. Pero un cambio de ese calado no se hace de un día para otro. Si queremos realmente que se produzca ese cambio, es imprescindible apoyar a quienes busquen nuevos mercados, nuevos productos y soluciones innovadoras. Por eso se deben reforzar los programas de apoyo a la investigación y la innovación, pero el gobierno ha decidido recortar los fondos destinados a esos programas.

Recortar el presupuesto de I+D+i es lanzar un torpedo a la línea de flotación del necesario cambio en el modelo productivo. Recortar los fondos destinados a la ciencia española significa retrasar aún más la recuperación de la crisis económica. Recortar esos fondos es gritar ¡qué inventen ellos! Recortar esos fondos envía el mensaje de que queremos, como sociedad, seguir teniendo empleos con baja cualificación y que nos basta con que alguna multinacional, de vez en cuando, decida implantar un centro de producción en España fuertemente subvencionado.

Lo que yo quiero, lo que todos deberíamos querer, es que empresas españolas punteras se implanten en todo el mundo vendiendo productos con tecnología de última generación desarrollada en España. Sólo lo conseguiremos si tenemos una gran base científica. La decisión es nuestra.

[Esta anotación forma parte de la iniciativa «La ciencia española no necesita tijeras» promovida por La Aldea Irreductible]

jueves, 27 de agosto de 2009

Aznar caleya por islas

Escuchar el discurso sobre las islas del ex-presidente en mangas verdes no tiene precio :-)
Una de sus perlas: "Hay islas, evidentemente."

Dicen diferentes fuentes que este señor cobra entre 26.000 y 90.000 euros por dar una conferencia, y no me extraña, ese nivel de oratoria no lo tiene cualquiera.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Caleyando por Benissa (Alicante) - Apartamentos Parques Casablanca

Este año la familia Caleyera pasó las vacaciones de verano en los Apartamentos Parques Casablanca, en el término municipal de Benissa y muy cerca de Calpe. La situación de los apartamentos es buena, aunque a nosotros no nos resultó especialmente fácil encontrarlos siguiendo las indicaciones de google maps, que nos enviaba por Benissa y Pedramala. Resulta mucho más sencillo llegar desde Calpe, por la CV-746, cogiendo una desviación a la izquierda a unos 2 km de Calpe, tras una curva en la que hay un supermercado. En la desviación hay una señal que indica hacia los apartamentos y en el camino que se toma hay otras indicaciones bien visibles hasta llegar.
Nosotros cogimos un apartamento de dos habitaciones que resultó bastante amplio, confortable y bonito. Tenía una terraza bastante grande, amueblada con cuatro grandes sillas y una mesa. Siempre agradecemos tener una buena terraza para sentarse a leer, o bien improvisar una cena. Las vistas del salón y la habitación principal eran hacia la zona de la piscina, lo que yo al menos agradezco: mejor tener vistas que asomar la cabeza y ver una pared :-) El apartamento estaba lleno de buenos detalles: persianas motorizadas, cama principal de 1,80 m y cocina muy completa: frigorífico grande, lavavajillas, campana decorativa, una gran cafetera, tostadora... También teníamos lavadora en el baño, que tenía una ducha bastante grande pero no bañera, lo que puede resultar problemático para asear a los peques. No nos dejaron las típicas "amenities" pero llevábamos nuestro propio neceser, así que no resultó problemático.
Como curiosidad, la puerta principal del apartamento era electrónica y se abría con tarjeta desde fuera (lo que resulta normal) y con un botón desde dentro (algo que no había visto nunca). Personalmente, a mí lo de tener una puerta que se abre con un botón y que, por tanto, no tiene manilla no me resulta muy tranquilizador porque ¿qué pasa si se va la luz?. No sucedió nada en los días que ocupamos el apartamento, pero agradezco quedarme con la duda de como desalojar los apartamentos en caso de incendio :-) Otro detalle es que las luces en el apartamento se encendían con sensores de movimiento. El problema de los sensores de movimiento es que las luces se apagan si no te estás moviendo... puede parecer una tontería, pero ¡no encontramos la forma de encender permanentemente esas lámparas! Menos mal que también había lámparas normales, con interruptor de toda la vida.
El acceso a Internet es gratuito, con conexión por cable aunque también tienen una red inalámbrica en la zona de la piscina. El servicio es bueno aunque, en ocasiones, la conexión se volvía excesivamente lenta. También debe tenerse en cuenta que, como no se trata de un hotel, la recepción no está abierta 24h y no se hace limpieza diaria de los apartamentos.

Los apartamentos cuentan con dos piscinas: una de peques en la planta superior y otra en la planta inferior con dos zonas: una de niños y otra de adultos. El caleyerín disfrutó muchísimo del agua, y los papis con él. Era especialmente agradable chapotear en la piscina de arriba, porque la mayor parte del tiempo la teníamos para nosotros solos. Eso sí, como casi siempre, algunos días resultó imposible hacerse con una hamaca, eso es algo que deberían mejorar porque alrededor de las piscinas hay sitio suficiente para situar más hamacas y sillas. Una cosa que llamó mi atención es que sólo hubiera sombrillas en las mesas, y no sombrillas de pie para colocar al lado de las hamacas. Es la primera vez que nos pasaba, porque siempre preferimos tener una sombrilla al lado. Hay un pequeño bar al lado de la piscina en el que sirven bebidas y comidas sencillas a buen precio (lasaña, paella, ...); también tienen un restaurante con platos más elaborados que no hemos probado.
Aunque en las inmediaciones había sitio de sobra para aparcar, preferimos reservar una plaza en el garaje y resultó realmente económico (6 euros por día). El problema del garaje es que no tiene ascensor directo hacia los apartamentos, por lo que hay que dar un buen rodeo para llegar.
Resulta especialmente problemático, claro, cuando vienes de hacer compra.
Los apartamentos están a poco más de un kilómetro de una bonita playa (La Fustera), que este año tenía concedida una bandera azul. Es una distancia adecuada para ir a pie, aunque no hay aceras y, a la vuelta, la cuesta se hace algo pesada si no estás en buena forma ;-)

En definitiva, nos gustaron estos apartamentos y el precio no fue excesivo: 128,42 € por día en temporada alta y solo alojamiento (parking aparte), volveríamos si hiciéramos planes de nuevo para veranear en esta zona.