viernes, 7 de agosto de 2009

Caleyando por Orense

Hace tiempo estuve, con la familia, caleyando por la provincia de Orense. Encontramos buena gente y buena comida, así que publiqué una entrada en el blog de un amigo sobre uno de los restaurantes que visitamos. Para mi sorpresa, una persona criticó mi entrada argumentando que yo no respetaba la "toponimia tradicional galega" porque utilizaba Orense para referirme a la susodicha provincia, en lugar de Ourense. Le contesté que ni se me había ocurrido que utilizar "Orense" molestara a nadie.

Ahí quedó la cosa pero no paro de darle vueltas al asunto... ¿por qué razón se molestó esa persona?

Contextualicemos: yo nací, y aún vivo, en Gijón (donde juega el Sporting). Bien, pues Gijón se dice, en asturiano, Xixón, y para mí resulta natural leer, oir y decir una u otra cosa, me da igual. No me puedo poner en el pellejo de un gijonés que se moleste porque en un blog se utilice Gijón en lugar de Xixón. De hecho me parece bastante razonable que un porcentaje amplio de españoles hablen de Gijón y nunca hayan oido hablar del topónimo Xixón. Tampoco me molesta que se use Xixón, claro, ¿por qué iba a molestarme?

Contextualicemos otra vez y permitidme que me imagine, por un instante, que soy chino: nací, y aún vivo, en 上海.

...

¿Adivináis dónde nací?

Os resultará difícil, creo yo, salvo que sepáis chino o que recurráis a la red.
Hay un equivalente en español o inglés que yo podría haber utilizado para nombrar mi ciudad natal. ¿Por qué no voy a poner ese equivalente aquí? Sólo se me ocurre que pueda ser por desconocimiento porque no voy a hacerlo por fastidiar o para hacer que casi todos los pacientes lectores de esta página tengan que buscar ese nombre.

Total que, en esta nueva contextualización china, vuelvo a decir lo mismo que antes: a mí (hipotético chino de nacimiento) creo que no me molestaría mucho que los asturianos, o los orensanos, o quien sea, llamen a mi ciudad natal de forma diferente a como yo la llamo.

Y que escriban su nombre de forma diferente a como yo la escribo.


¿Por qué me iba a importar que la llamárais Shangai?



No lo entiendo. Y no soy el único.

2 comentarios:

pululante dijo...

El nacionalista (central o periférico) por lo general es un intolerante. Es decir, pide respeto para lo "suyo", pero no tiene el mismo respeto por la libertad de las demás personas. Su único afán es imponer lo "suyo" a todo el mundo.

En la práctica, véase por ejemplo el "derecho a vivir en XXX idioma" mediante la imposición de normas que violan la libertad de terceros. O la rotulación de carteles públicos en determinada lengua. O la obligación de tener la educación en determinado idioma.

El fondo es que estamos siendo objeto de manipulacion política por parte de algunos que ven en estos temas su mejor forma de acceder al poder y, por lo tanto, al control de la pasta.

Lo triste es que entramos al trapo.

Aquí, como en casi todo, el problema surge cuando el Estado se entromete en la libertad de las personas.

Caleyeru dijo...

@pululante

Sí, pero tú hablas de lo que se impone desde el poder político, y ese es un factor sin duda importante. Pero en este caso hay mucha gente (o esa es mi sensación) que como individuo ¿y ciudadano? se preocupa de ser activo en la defensa de lo "suyo". Lo entendería mejor si se tratara de bienes materiales, nuestro egoísmo innato, pero no termino de entender ese afán de defenderse ante los supuestos ataques a una lengua.

Tampoco me cabe en la cabeza que se reaccione de forma tan desaforada ante el uso que otro individuo hace de la lengua. La reacción se provoca por un hecho muy banal. Por un lado, es como si se auto-impusieran el deber de proclamar la verdad. Casi parece la reacción del que pertenece a una secta. Por otro, recuerda la actitud de comisiarios políticos en estados fascistoides.

Ojalá el indignado reaccionara de ese modo, como ciudadano, ante atropellos reales a las libertades y las leyes.