miércoles, 19 de agosto de 2009

Caleyando por Benissa (Alicante) - Apartamentos Parques Casablanca

Este año la familia Caleyera pasó las vacaciones de verano en los Apartamentos Parques Casablanca, en el término municipal de Benissa y muy cerca de Calpe. La situación de los apartamentos es buena, aunque a nosotros no nos resultó especialmente fácil encontrarlos siguiendo las indicaciones de google maps, que nos enviaba por Benissa y Pedramala. Resulta mucho más sencillo llegar desde Calpe, por la CV-746, cogiendo una desviación a la izquierda a unos 2 km de Calpe, tras una curva en la que hay un supermercado. En la desviación hay una señal que indica hacia los apartamentos y en el camino que se toma hay otras indicaciones bien visibles hasta llegar.
Nosotros cogimos un apartamento de dos habitaciones que resultó bastante amplio, confortable y bonito. Tenía una terraza bastante grande, amueblada con cuatro grandes sillas y una mesa. Siempre agradecemos tener una buena terraza para sentarse a leer, o bien improvisar una cena. Las vistas del salón y la habitación principal eran hacia la zona de la piscina, lo que yo al menos agradezco: mejor tener vistas que asomar la cabeza y ver una pared :-) El apartamento estaba lleno de buenos detalles: persianas motorizadas, cama principal de 1,80 m y cocina muy completa: frigorífico grande, lavavajillas, campana decorativa, una gran cafetera, tostadora... También teníamos lavadora en el baño, que tenía una ducha bastante grande pero no bañera, lo que puede resultar problemático para asear a los peques. No nos dejaron las típicas "amenities" pero llevábamos nuestro propio neceser, así que no resultó problemático.
Como curiosidad, la puerta principal del apartamento era electrónica y se abría con tarjeta desde fuera (lo que resulta normal) y con un botón desde dentro (algo que no había visto nunca). Personalmente, a mí lo de tener una puerta que se abre con un botón y que, por tanto, no tiene manilla no me resulta muy tranquilizador porque ¿qué pasa si se va la luz?. No sucedió nada en los días que ocupamos el apartamento, pero agradezco quedarme con la duda de como desalojar los apartamentos en caso de incendio :-) Otro detalle es que las luces en el apartamento se encendían con sensores de movimiento. El problema de los sensores de movimiento es que las luces se apagan si no te estás moviendo... puede parecer una tontería, pero ¡no encontramos la forma de encender permanentemente esas lámparas! Menos mal que también había lámparas normales, con interruptor de toda la vida.
El acceso a Internet es gratuito, con conexión por cable aunque también tienen una red inalámbrica en la zona de la piscina. El servicio es bueno aunque, en ocasiones, la conexión se volvía excesivamente lenta. También debe tenerse en cuenta que, como no se trata de un hotel, la recepción no está abierta 24h y no se hace limpieza diaria de los apartamentos.

Los apartamentos cuentan con dos piscinas: una de peques en la planta superior y otra en la planta inferior con dos zonas: una de niños y otra de adultos. El caleyerín disfrutó muchísimo del agua, y los papis con él. Era especialmente agradable chapotear en la piscina de arriba, porque la mayor parte del tiempo la teníamos para nosotros solos. Eso sí, como casi siempre, algunos días resultó imposible hacerse con una hamaca, eso es algo que deberían mejorar porque alrededor de las piscinas hay sitio suficiente para situar más hamacas y sillas. Una cosa que llamó mi atención es que sólo hubiera sombrillas en las mesas, y no sombrillas de pie para colocar al lado de las hamacas. Es la primera vez que nos pasaba, porque siempre preferimos tener una sombrilla al lado. Hay un pequeño bar al lado de la piscina en el que sirven bebidas y comidas sencillas a buen precio (lasaña, paella, ...); también tienen un restaurante con platos más elaborados que no hemos probado.
Aunque en las inmediaciones había sitio de sobra para aparcar, preferimos reservar una plaza en el garaje y resultó realmente económico (6 euros por día). El problema del garaje es que no tiene ascensor directo hacia los apartamentos, por lo que hay que dar un buen rodeo para llegar.
Resulta especialmente problemático, claro, cuando vienes de hacer compra.
Los apartamentos están a poco más de un kilómetro de una bonita playa (La Fustera), que este año tenía concedida una bandera azul. Es una distancia adecuada para ir a pie, aunque no hay aceras y, a la vuelta, la cuesta se hace algo pesada si no estás en buena forma ;-)

En definitiva, nos gustaron estos apartamentos y el precio no fue excesivo: 128,42 € por día en temporada alta y solo alojamiento (parking aparte), volveríamos si hiciéramos planes de nuevo para veranear en esta zona.

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